Mantener la serenidad en el caos, serenar nuestro espíritu y apreciar la belleza natural de la vida.

El sosiego que nos aporta la lectura de unos textos tan breves y límpidos como sorbos de agua de manantial.

¿Cómo escribirían los poetas de la Dinastía Tang (618-907) si vivieran en el siglo XXI? ¿Te apetece imaginarlo?

¿Te gustaría sentirte camino del Monte Huà? Si, el Monte del Esplendor, una de las Cinco Montañas Sagradas del Taoísmo en China.

¿Cómo escribirían los poetas de la Dinastía Tang (618-907) si vivieran en el siglo XXI? ¿Te apetece imaginarlo?

El secreto está en sonreír a la vida. En dejar que las cosas pasen, para seguir estando. Todos somos partes de algo muy grande.

Algunas personas son tan cobardes o tan necios que hacen daño a los suyos. Les pellizcan el alma, retuercen su corazón. Con saña.

Hay un poema de Wang Wei en el que la luz representa el último aliento del día. Esa es la luz que me gusta, la que no hace daño, ni miente, ni ciega.

La sección segunda del libro está dedicada a los límites que nos autoimponemos. Las certezas nos condicionan tanto como los dogmas y los prejuicios.

La sección primera del libro reúne vivencias y recuerdos. Evocar el pasado nos permite saber quiénes somos pero, sobretodo, constatar de dónde venimos.