Agua fresca, disfruta cada sorbo.
Agua fresca, disfruta cada sorbo.
El sosiego que nos aporta la lectura de unos textos tan breves y límpidos como sorbos de agua de manantial.

Durante demasiado tiempo, los seres humanos hemos estado más  preocupados por controlar el mundo que por sentirnos parte de él. Recuperar la serenidad es imprescindible para sentirnos en armonía con nuestro entorno, pero sobretodo con nosotros mismos.  

Acompasar nuestro estado de ánimo con el de la Naturaleza, como  hacían los antíguos pintores y poetas chinos de la Dinastina Tang, nos permitirá atemperar nuestro espíritu y  redescubrir el verdadero propósito de nuestra existencia.

El sosiego que nos aporta la lectura de unos textos tan breves y límpidos como sorbos de agua de manantial, puede contribuir a serenar nuestros corazones  y apaciguar nuestras mentes. 

Hijos del cielo y de la tierra en que vivimos, solicita tu ejemplar escribiéndonos un mensaje o un email a: ediciones@mismamente.es

En medio del ruido y del desconcierto en que nos sentimos inmersos, Hijos del Cielo y de la tierra en que vivimos es un pequeño paréntesis, aparentemente sin pretensiones; una semilla que su autor siembra de manera discreta junto a nuestros corazones para que, al crecer dentro de nosotros como dice en uno de sus textos, nos ayude a “superar miedos, salir de la tristeza, evitar la angustia, apaciguar la ira, dejar atrás los lamentos” y, sobre todo, a “descubrir lo que sientes, saber lo que quieres, soñar lo que anhelas”. Lo dicho, agua fresca. Disfruta cada sorbo. 

 

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