Por cierto, acabo de leer en algún sitio que Japón ha registrado, precisamente en este año, la floración de cerezos más temprana en los últimos 1.200 años. La verdad, no me parece un buen augurio.
Quizá debería retirarme en una pequeña finca apartada. Podría construirme una cabaña y llevarme la tetera, un par libros, algunos pinceles usados, todo el papel de fibras naturales que aún me queda, mi primer suzuri y una vieja barra de tinta. Si este fuera, como dicen, el siglo de la inteligencia colectiva, habríamos desterrado ya la injusticia y conviviríamos sin crispación.
Está claro que los gobernantes no saben que aún sigue vigente la Ley del Cielo, pero ¿y nosotros? ¿No presumimos de pertenecer a la sociedad del conocimiento?
No olvides que todos somos hijos del mismo cielo. Así que, deja ya de comportarte como un xiaoren y actúa como un junzi.
Hijos del cielo y de la tierra en que vivimos, solicita tu ejemplar escribiéndonos un email a: ediciones@mismamente.es o en la página de PEDIDOS.
Finalmente, para no terminar con tu paciencia, si al leer alguno de los textos que componen este breve compendio de escenas, atmósferas, efectos, microrrelatos, pseudopoemas, secuencias, matices, sueños, sensaciones, garabatos, pensamientos, olores y sabores, reflexiones en voz alta, sentimientos y emociones compartidas, despertares, sugerencias, experiencias, insinuaciones, cantos de pájaro (o de sirena) y estados de ánimo, sientes que comienza a crecer dentro de tí una brizna de sensibilidad que te hace sentir el latido de la vida, si te notas más vulnerable pero a la vez más grande, si te sobrecoges o te conmueves, sonrie: ya eres de los nuestros.
Y no te inquietes al descubrir cómo eres. Puedes ser sensible sin necesidad de romperte en pedazos, recuperar tu ingenuidad sin parecer idiota; disfrutar de la vida, quererte como nunca lo has hecho y abrazar las cosas pequeñas, aunque ya no tengas seis años. Ojalá, después de leer este libro, te sientas Hijo o Hija del Cielo, pero sobretodo, de la Tierra en que vivimos.
El libro estructura su contenido en cinco secciones: